no me mates aún
y al final nunca te vas,
me meces las pecas
y me naces polillas
entre las costillas,
entre pulmón y corazón,
apunto de atorarme la respiración;
los recuerdos sangrándome
de las flores que plantaste.
trato de huirte en cada espejo,
gritar hasta no escucharte...
pero tú nunca te vas.
trato de quererte pero,
irónicamente,
me lo pones muy dificil.
y quién lo diría, mi amor.
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